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Ün cambio en uno mismo es mejor que un cambio de ambiente

Un cambio en uno mismo es mejor que un cambio de ambiente

 

 

 

 

 

“Si viviera en Egipto, estoy segura que usaría Hiyab”.

 

“Si no tuviera clases todos los días, iría al Salatul Yum’ah todos los viernes”.

 

¿Cuántas veces te has dicho a ti mismo: si no fuera por esto o aquello, yo podría hacer tal y tal? ¿Con qué frecuencia nuestras acciones dependen de nuestro entorno? Si nuestro entorno fuera más favorable para realizar la oración o ayunar o usar Hiyab, lo haríamos. Pero, desafortunadamente, vivimos en un ambiente donde algunas cosas simplemente no son posibles, ¿verdad?

 

Ciertamente, nuestro ambiente determina mucho de lo que hacemos e incluso cómo y cuándo lo hacemos. Pero, para poder ser mejores personas, no podemos culpar a nuestro ambiente o la falta de este. Solo porque no vivimos en una sociedad rodeados de musulmanes las 24 horas del día y los 7 días de la semana, ataviados con vestimentas islámicas y escuchando Corán en sus iPods en lugar de los cantantes de moda, no significa que podemos usar eso como excusa para nuestro propio comportamiento.

 

Cada uno de nosotros tiene por lo menos una cosa que le gustaría mejorar, pero por alguna razón no logramos superar ese reto. Puede ser cualquier cosa. Algunas personas quieren perder peso, pero dicen que debido a que están estudiando y siempre están cortos de tiempo y dinero, comida chatarra es todo lo que pueden comer. Por lo tanto, realmente no es su culpa. Algunas personas dicen que quieren aprender árabe, pero no pueden ir a Siria y Egipto o Arabia Saudita, entonces, ¿cuál es el punto? De nuevo, esto no es su culpa en realidad. Otros dicen que quieren casarse, pero no pueden encontrar a la persona correcta; entones, se han dado por vencidos y simplemente salen con “amigos”. No hay solteros adecuados alrededor, entonces no es su culpa.

 

Pero en realidad, sí lo es. Es nuestra culpa si hay algo en nuestras vidas que queramos cambiar y no lo intentamos. Si quiero encontrar un nuevo trabajo pero me parece que no encontraré algo, no puedo simplemente rendirme y decir que no hay nada disponible. No puedo culpar a mi situación cuando puede que sea yo quien está cometiendo los errores. Tal vez necesito tomar unas clases para refrescar mis habilidades, tal vez regresar a la escuela para obtener un título, y tal vez necesito trabajar en mis habilidades de entrevista. De hecho, la mayor parte del tiempo, somos responsables por nuestras propias situaciones. Tal vez debido a mi personalidad y carácter, constantemente me encuentro en una situación determinada. Tal vez debido mi falta de habilidades de entrevista, nunca encuentro un trabajo. Tal vez estoy creando ese escenario.

 

A veces la gente dice que nosotros “creamos nuestro propio destino”. Los musulmanes creemos que es Al-lah Quien determina el destino; sin embargo, nosotros somos responsables por nuestras acciones y, de vez en cuanto, también somos responsables por las situaciones en las que nos encontramos. No toda situación o predicamento puede atribuirse completamente al destino; nosotros creamos muchas de nuestras circunstancias. Luego, nos quejamos de que es esta misma circunstancia la que nos hace lo que somos o es la causa de nuestra deficiencia.

 

A veces, sin embargo, hacer mejoras en nosotros mismos no es suficiente. A veces, podemos mejorar la situación de alguien más para ayudarlo a mejorarse a sí mismo. En este sentido, cambiar o crear una situación particular es algo bueno. Pensando de este modo: tal vez tú tengas una amiga que tiene el mal hábito murmurar. Lo has notado desde hace algún tiempo, pero nunca has tenido el valor de hablarle de frente sobre su problema. Simplemente no sabes cómo decírselo, ¿cómo decirle a tu amiga que tiene un defecto de carácter?

 

Si estás en una situación en la que te sientes incómoda teniendo que cambiar la conducta de alguien, puedes hacer algo para cambiar el ambiente. Un cambio de escenario, un cambio de tema puede ser todo lo que se necesite. Evita las discusiones que sabes que pueden encender a tu amiga. Evita mencionar nombres o algo específico sobre otras personas. Cambia el humor de la situación y trata de evitar las oportunidades para las murmuraciones. En este caso, cambiar el escenario no es una excusa, es una salida. Y esta puede ser una forma de que tú y tu amiga eviten cometer un pecado o escapen de uno.

 

Por tanto, la próxima vez que te encuentres a tú misma haciendo algo que no deberías hacer, pregúntate cómo cambiar tu carácter para evitar la situación en el futuro y no buscar excusas y culpar al entorno por las cosas que haces o dejas de hacer.

 

 

 

 

 

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