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Ramadán en Turquía

Ramadلn en Turquيa

Ramadán es un periodo muy especial en los países musulmanes de todo el mundo. Ramadán en Turquía, por ejemplo, es muy parecido a Ramadán en cualquier otro país musulmán; el ritmo de vida cambia, los musulmanes religiosos tratan de enfocarse más en sus oraciones, e incluso quienes se consideran más liberales tratan de guardar un mejor comportamiento.

En Turquía, el típico día de Ramadán, comienza con tamborileros que van por los vecindarios batiendo sus tambores de dos cabezas para despertar a la gente para que tomen su Suhur (Una comida ligera antes del tiempo del Fayer con el fin de prepararse para el ayuno). Van tocando una variedad de ritmos y cantando algunas rimas de Ramadán. He aquí una de las rimas que suelen cantar:
Uyansana, uyansana
Ne bulursun bu uykuda
Al abdesti, kil namazi
Cennet mekan olsun sana
 
Que quiere decir:
 
“Vamos, despertad.
¿Qué, os gusta de dormir?
Haced la ablución y orad
Ojalá que haya un lugar en el Paraíso para vosotros.
Usualmente, la madre de familia es la primera en levantarse; entonces, prepara una comida ligera para antes del amanecer y despierta a los demás. El Suhur es un desayuno temprano que consiste por lo general en alimentos típicos de desayuno, pan fresco y té turco. La mayoría de las emisoras de radio y televisión tienen programas especiales de Suhur a esta hora, y no es nada fuera de lo común poder ver “El Mensaje” –una película islámica– justo antes del amanecer. Durante el día, la gente retoma su rutina diaria, y no hay horarios especiales de trabajo durante Ramadán. No obstante, la hora pico comienza antes de lo normal durante este mes, ya que todos quieren volver a casa temprano para el Iftar (ruptura del ayuno).
A la hora precisa de romper el ayuno se disparan los cañones y el Adhan (llamado a la oración) suena simultáneamente en millares de minaretes, algo que resulta muy impresionante en las grandes metrópolis como Estambul: como si un interruptor gigante hubiera sido encendido galvanizando la ciudad entera. Las mezquitas grandes que tienen más de un minarete son iluminadas en la noche, y se cuelgan pancartas con dichos entre los minaretes. Esta es una forma especial de arte turco de Ramadán, y se conoce como “Mahya”. Algunos ejemplos de estos dichos son: “Ha llegado el sultán de once meses”, “Bienvenido Ramadán” y “El Islam son las buenas costumbres”.
En estos momentos, los restaurantes que habían reposado todo el día cobran vida finalmente. Algunos hoteles de cinco estrellas, restaurantes famosos e incluso locales de comida rápida, ofrecen menús especiales de Ramadán. Alrededor de las mezquitas cientos de vendedores ofrecen algodones de azúcar, elotes, castañas asadas, empanadas y tés de hierbas a la gente que rompe el ayuno. En los patios de las mezquitas grandes, como la del Sultán Ahmad, es posible encontrar enormes ferias de libros, en las que las principales editoriales religiosas del país presentan sus más recientes publicaciones.
En los días del Imperio Otomano, los pachás, ministros del gobierno, y los ricos solían ofrecer el Iftar en sus hogares durante este mes, abriendo las puertas de sus casas al público para que los pobres pudieran comer. Hoy en día, sin embargo, se levantan tiendas en las plazas principales de las ciudades, y al acercarse la hora de romper el ayuno, filas larguísimas aparecen frente a dichos lugares. Algunas fundaciones filantrópicas y de beneficencia también ponen tiendas de Iftar y dan la bienvenida a los musulmanes que ayunan.
Durante Ramadán la gente compra comida más frecuentemente de lo normal. Si bien no existe un menú fijo de Ramadán, hay algunos artículos especiales que se asocian con esta temporada. Los dátiles, por ejemplo, los cuales caen en el olvido el resto del año, en este mes se exhiben en montañas enormes. Otra especialidad de Ramadán es el llamado pan de Ramadán, el cual se vende en las panificadoras. Este es un pan especial que no lleva levadura y cuya superficie es bañada con semillas negras; es un pan muy suave y rico. La gente se forma durante un buen rato frente a las panaderías para poder comprarlo justo antes de la hora de romper el ayuno.
El menú típico del Iftar de la familia turca promedio comienza con aceitunas o dátiles para romper el ayuno. Se da siempre un pequeño plato de desayuno para dar inicio. La sopa se acompaña con pan caliente de Ramadán. Luego, siguen arroz, carne y verduras. Finalmente, se come un postre –principalmente Gullac– y se bebe té turco.
Ramadán es una época en la que la gente trata de leer el Corán más de lo acostumbrado. Las amas de casa, en especial, se reúnen todos los días en pequeños círculos de estudio para leer al menos una parte del Corán cada día. También, se llevan a cabo más oraciones voluntarias. Incluso quienes no rezan normalmente sus cinco veces al día, lo hacen durante este mes.
Asimismo, hay más programas sobre religión en la radio y la televisión. Algunos canales televisivos transmiten programas de enseñanza del Corán diariamente. En los noticieros vespertinos los canales de televisión dan a conocer la hora exacta de romper el ayuno en las ciudades principales. La gente se preocupa más por los pobres durante Ramadán, y la mayoría pagan el azaque en este mes. Se alienta a los niños a que ayunen lo más que puedan y a que vayan a las oraciones del Tarawih (la oración voluntaria en Ramadán y se efectúa en grupo) con sus padres. Las mezquitas se llenan a la hora de rezar el Tarawih noche tras noche, y se dan sermones muy hermosos ahí. En la vigesimoséptima noche del mes, la cual se calcula más probablemente como la Noche del Decreto, las mezquitas se llenan aun más y la gente pasa la noche en vela rezando.
La fiesta del ‘Id es algo muy especial para todos, tanto para quienes practican como para quienes no. Incluso quienes no ayunan durante Ramadán, observan esta celebración y asisten al servicio del ‘Id. Permanecer en la mezquita desde el Fayer (oración del alba) hasta la oración del ‘Id es siempre una buena idea, ya que por lo general no hay lugar suficiente para todos –especialmente en las ciudades grandes–, y siempre hay gente que tiene que rezar fuera de la mezquita. Al concluir la oración y el sermón del ‘Id la gente se reúne en el patio de la mezquita para felicitar a los demás. Durante los días del ‘Id las tiendas permanecen cerradas, pero los autobuses ofrecen servicio gratuito por tres días debido a que toda la gente va a visitar a familiares y amigos –una tradición que está en el núcleo de las festividades turcas del ‘Id. Hasta la gente que había dejado de hablarse se reconcilia durante el ‘Id. Los niños le besan la mano a los adultos como muestra de respeto, recibiendo de ellos dinero para que se compren lo que quieran para el ‘Id. La gente mayor da a los niños pañuelos y lokum (delicias turcas). Se ofrece todo tipo de dulces a los invitados, y esto continúa por tres días, hasta que termina el ‘Id.

Esa noche, hasta arriba de los minaretes de las mezquitas, cuelgan pancartas que dicen “Elveda Ramazan” (Adiós Ramadán).

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